El cirujano plástico griego Dr. Athanasios Christopoulos comparte su opinión sobre las claves para tratar la celulitis con rellenos de ácido hialurónico, como los distintos factores a tener en cuenta y los pasos necesarios para lograr resultados óptimos pero seguros.
La celulitis es una afección frecuente que suele afectar a las zonas de los muslos y las nalgas. Actualmente existen varios tratamientos para tratar la celulitis. Aunque ofrecemos diferentes opciones para mejorar el aspecto de la piel, incluyendo LPG y mesoterapia, uno de mis métodos preferidos y más utilizados para tratar la celulitis es el uso de rellenos dérmicos de ácido hialurónico (HA).
Los rellenos corporales de HA ofrecen resultados que duran más de un año, lo que evita los retoques constantes y aumenta la satisfacción del paciente. En cuanto a la elección del relleno, debe tener una fuerza normal elevada para proyectar y elevar la piel de la zona a tratar. La celulitis presenta una topografía cutánea irregular que se evidencia por la formación de hoyuelos en la piel debido a que las fibras tiran de la piel hacia abajo, por lo que se necesita un relleno con mayor capacidad de empujar los tejidos cutáneos para proyectarlos.
Otra consideración importante es la cantidad de material que se va a utilizar. Por lo general, se necesitan unos 10 ml de relleno; por lo tanto, desde el punto de vista de la relación coste-beneficio, es más conveniente utilizar rellenos corporales cuyos precios/ml sean más bajos. Yo utilizo Genefill Contour y Hyacorp MLF1.
Hay varios factores que deben tenerse en cuenta al realizar este tratamiento. En primer lugar, determino si el paciente es el candidato adecuado para el procedimiento evaluando la laxitud de la piel de la zona que se va a tratar. Evaluar antes del tratamiento si el paciente tiene celulitis o pseudocelulitis (laxitud de la piel) es crucial para determinar si el paciente es apto para este tipo de tratamiento y si es posible lograr resultados satisfactorios. Además, ayuda a gestionar las expectativas del paciente, ya que los resultados en la pseudocelulitis no serían tan eficaces.
Aunque se han utilizado distintos métodos para medir la laxitud cutánea, prefiero basarme en la experiencia práctica. En segundo lugar, antes del procedimiento, es necesario revisar el historial médico del paciente, por ejemplo, el uso de anticoagulantes. Siempre es esencial desinfectar bien la zona para evitar infecciones. Además, el paso del producto de una jeringa de 10 ml a una de 1 ml permite utilizar agujas más pequeñas y colocar el relleno con mayor facilidad y precisión.
En tercer lugar, en cuanto a la técnica de inyección, coloco el relleno corporal bajo la piel, entre la dermis y la grasa, aplicando múltiples inyecciones. Durante el procedimiento, puede haber hoyuelos de piel con fibras que tiran de la piel hacia abajo perpendicularmente. Algunas de estas fibras son laxas, lo que permite la colocación del relleno y la elevación de la piel.
Sin embargo, algunas de estas fibras sujetan la piel impidiendo la restauración del volumen por el relleno. En estos casos, es necesario cortar la fibra utilizando una aguja Nokor y colocar el relleno, que actuará como espaciador entre la piel y las futuras nuevas fibras ayudando a mantener los resultados durante más tiempo.
Por último, los efectos del relleno se notarán inmediatamente después del procedimiento, ofreciendo un alto índice de satisfacción al paciente con un índice muy bajo de reacciones adversas.